Medicaid y la carrera por perder peso: Cuando las inyecciones se convierten en una nueva esperanza para los estadounidenses obesos

En Estados Unidos, la obesidad es más que un problema médico: es una crisis nacional. Más de 100 millones de adultos viven con esta afección, con graves consecuencias para la salud y costos médicos que se disparan cada año. En este contexto, las inyecciones para bajar de peso, en particular las de la clase GLP-1, se perfilan como una opción revolucionaria. Pero ¿puede Medicaid, el programa de seguros para personas de bajos ingresos, poner este tratamiento a disposición de quienes más lo necesitan?

Cuando los esfuerzos por perder peso fracasan

Amanda T., de 37 años y residente de Ohio, había probado todas las dietas imaginables, desde la cetogénica hasta el ayuno intermitente. ¿El resultado? Había perdido algunos kilos y luego los había recuperado. Cuando su médico le recetó Wegovy, un medicamento inyectable para bajar de peso, estaba emocionada y nerviosa a partes iguales. El precio de casi 1400 dólares al mes era prohibitivo para una madre soltera que vivía con Medicaid. Por suerte, Ohio subvencionó Wegovy para la pérdida de peso. Después de nueve meses, Amanda había perdido 27 kilos y ya no dependía de la insulina para controlar su diabetes tipo 2.

La historia de Amanda no es poco común, pero tampoco es común, porque las políticas actuales de Medicaid varían mucho de un estado a otro.

Inyecciones para bajar de peso: ya no son un privilegio para los ricos

Los fármacos GLP-1, como la semaglutida (Wegovy, Ozempic) , la liraglutida (Saxenda) y la tirzepatida (Mounjaro), están diseñados para imitar una hormona del cuerpo que suprime el hambre, controla los niveles de azúcar en sangre y ralentiza la digestión. Estos efectos hacen que los usuarios coman menos sin sentir hambre constantemente.

Los datos de los ensayos clínicos muestran que las personas que usan Wegovy pueden perder entre el 10% y el 15% de su peso corporal en un año; incluso más cuando se combina con una nutrición adecuada y asesoramiento sobre ejercicio.

El mayor problema no son las drogas, sino las políticas

A pesar de su eficacia, el precio del medicamento es un obstáculo importante. No todos pueden costear el precio de entre $1,300 y $1,500 al mes sin seguro. Aquí es donde Medicaid puede ser útil, pero en la práctica no es tan sencillo.

Para 2025:

  • Solo alrededor de 14 estados (de 50) tienen políticas de Medicaid que cubren GLP-1 para la pérdida de peso, incluidos California, Michigan, Massachusetts, Nueva York, Carolina del Norte y Pensilvania.

  • Aproximadamente otros 20 estados sólo cubren GLP-1 si el usuario tiene diabetes (por ejemplo, Ozempic o Mounjaro, pero no Wegovy).

  • Los 16 estados restantes no respaldan ningún medicamento inyectable para bajar de peso a través de Medicaid.

Esto crea una estratificación médica clara: misma enfermedad, mismo medicamento, pero las personas en diferentes estados tienen un acceso completamente diferente.

Elegibilidad: No todos califican.

Incluso en los estados que lo admiten, los pacientes deben superar muchos obstáculos administrativos y médicos para obtener la aprobación:

  1. IMC de 30 o superior , o 27 si existe una condición médica subyacente

  2. Fracaso comprobado con métodos de pérdida de peso sin medicamentos

  3. Participe en un programa de control de peso según lo indique su médico.

  4. Se requiere una evaluación completa y prescripción por un especialista.

  5. Solicitar autorización previa y esperar la aprobación de Medicaid

La negación de solicitudes es común si el paciente no tiene evidencia médica suficiente o no cumple con los procedimientos correctos.

Resultados: ¿Vale la pena?

La respuesta es sí, si logras superar los trámites burocráticos iniciales. Una investigación de la Universidad de Stanford, publicada en 2024, reveló que:

  • Los usuarios de GLP-1 tienen una tasa de pérdida de peso corporal del 12% al 18% en un año.

  • Reducción del 55% del riesgo de diabetes tipo 2 en personas con prediabetes

  • Reducción media de 2,5 puntos de IMC tras 6 meses de tratamiento

  • Se observaron mejoras significativas en la presión arterial, el colesterol y el hígado graso.

A largo plazo, estas mejoras reducen el costo de la atención crónica, algo de lo que Medicaid se beneficiaría si la política fuera más expansiva.

Efectos secundarios y advertencias

Como todos los medicamentos, las inyecciones para bajar de peso pueden causar efectos secundarios como:

  • Náuseas, dolor de estómago, estreñimiento o diarrea.

  • Trastornos digestivos

  • Anorexia excesiva si no se controla de cerca

Pueden presentarse algunas afecciones graves, como pancreatitis aguda, enfermedad de la vesícula biliar o trastornos tiroideos. Los pacientes con antecedentes de cáncer de tiroides o síndrome MEN2 no deben usarlo.

Entonces, ¿por dónde debería empezar?

Si vive en los Estados Unidos y tiene Medicaid, siga estos pasos para evaluar su acceso a medicamentos inyectables para bajar de peso:

  1. Descubra qué medicamentos están cubiertos en su estado (en el sitio web de Medicaid de su estado o llame directamente)

  2. Concierte una cita con un endocrinólogo o médico de familia para evaluar su IMC y cualquier condición médica subyacente.

  3. Solicite una consulta sobre un plan de tratamiento integral, que incluya medicación y apoyo conductual.

  4. Preparar los documentos de solicitud y supervisar constantemente el proceso de aprobación.

Recuerde que la medicación es solo una parte de la estrategia. Los cambios en el estilo de vida, la dieta y la salud mental son clave para un tratamiento duradero de la obesidad.

Concluir

Los medicamentos inyectables para bajar de peso no son milagrosos, pero se están convirtiendo en una herramienta revolucionaria que ayuda a miles de estadounidenses a transformar sus vidas. Con Medicaid, esta podría ser la única oportunidad para que las personas de bajos ingresos accedan a este tratamiento de vanguardia. Pero ampliar esta oportunidad para todos requerirá un cambio coordinado en las políticas, la concienciación pública y el compromiso de los sistemas de salud estatales.

Si padeces obesidad, no te lo pierdas. Consulta con tu médico hoy mismo.